Memorias del hombre pájaro es un breve cómic donde se relata la historia de Diego Marín Aguilera, aquel intrépido inventor burgalés que la noche del 15 de mayo de 1793 surcó el cielo dormido de Castilla gracias a un artefacto volador que el mismo había inventado. Partiendo de su localidad natal, Coruña del Conde, su intención era llegar nada más y nada menos que hasta Burgo de Osma, y desde allí a Soria.
Tras seis años de intenso trabajo, algo falló aquella noche y las ilusiones de Diego Marín se quedaron a medio camino. Su historia es a la vez el relato de la hazaña de ser el primer hombre que voló con un aeroplano, y el fracaso de una sociedad que, asustada por lo ocurrido, le impidió volver a intentarlo de nuevo. No le dolió tanto el batacazo como que los suyos no comprendieran la grandeza de su invento.
El cómic toma como hilo conductor el viaje a Coruña del Conde que en la primavera de 1934 realizó Eduardo de Ontañón para escribir el reportaje de la revista Estampa que dio a conocer la historia de Diego Marín Aguilera. De esta manera, el propio Ontañón se convierte en un personaje más de este relato que transita a caballo entre dos etapas históricas y recoge las reflexiones del periodista burgalés acerca de este singular experimento aeronáutico.